Me mudo!

Ahora estoy aquiiii!

miércoles, diciembre 28, 2005

Imzel es demasiado técnica

El otro día encontré un panfletillo que anunciaba un curso de Relato Corto. Y con la experiencia de "Letra Hispánica" en Salamanca, decidí ir a preguntar. Otra cosa no, pero tengo un ego literario que tira pa'tras, cualquiera que me conozca, lo sabe. Pero me da igual, soy feliz con mi ego, me ha costado mucho tenerlo. Además, mi ego es delicioso, consigue que crea en lo que escribo, que lo soporte y que comprenda que en realidad me queda muchisimo por aprender. Después de llamar tres veces y que pasaran de mi, fui a la academia y me mostré como soy. Hablé con la profesora de lo que buscaba y me informé sobre los cursos que tienen en marcha. En último momento, le pedí acudir a una de sus clases, y me dijo que sí, que no le gustaba, pero que a mi me dejaría. Pero me mandó tarea para casa, tenía que escribir un relato sobre un órgano, una descripción. Y la hice, la tiene ahí, un par de post atrás, "piel contra piel", un texto pequeño que me costó plantear porque no podía concebir un cuento sólo sobre un órgano. Al día siguiente, en la clase, pude comprobar los métodos didácticos de la profesora. Aparte de un par de fallos puntuales, se notaba que el método funcionaba, el nivel global de los textos de los alumnos (único factor realmente importante) era bastante bueno. Aunque ella no me gustó, nada de nada. Le dejé mi cuento y me fui.
Al par de días me encontré con la profesora de paseo por La Laguna. Me dijo que me pasara por la academia. Y lo hice. Me encantó su comentario sobre mi texto. Poco menos me dijo que no valía de nada, ni el cuento ni yo. Que era mejor que abandonara lo que de verdad me gusta... O eso, o que me metiera en su curso, que era la única manera para lograr mejorar mi capacidad de escritura. Me dijo que soy demasiado técnica, muy fría, que no lograba transmitir el calor que en realidad tiene la escena que intento narrar. Adoro a los prepotentes que creen que por ver una pequeña muestra de tu trabajo son capaces de interpretar toda una vida, te da ganas de confiar en la especie humana (que rabia que no se note la ironía en el texto escrito).
Lo cierto es que me ha afectado más de lo que querría que me afectara, porque si no lo habría olvidado. Quizás es bueno que me alla afectado así, eso significa que puedo aprender de ello.
Pero... ¿es escribir un ejercicio conciente? o quizás la capacidad literaria se adquiere a través de la práctica y de la lectura. Corríganme si me equivoco, pero ¿cuando escribimos utilizamos los conocimientos adquiridos de forma intuitiva? ¿Servirán de algo las clases teóricas de escritura? o ¿quizás lo unico que funciona es leer hasta aburrirse?

jueves, diciembre 22, 2005

¿Dónde estás?

Al otro lado de la pantalla

jueves, diciembre 15, 2005

Piel contra piel

Otro cuentito más.

Piel de gallina. Todos los poros de su brazo reaccionando al unísono frente al aliento en su cuello. Frío. Dedos fríos sobre sus labios. Sus pezones erectos culminando unas tetas firmes y tersas dejándose tocar por unas manos ya no tan frías. Piel contra piel, contacto profunde del yo contra el otro. Con la punta de los dedos acariciando fragmentos de pieles prohibidas. Su glande. Pies enredándose. Besos de esquimal, nariz contra nariz entre sonrisas. El dorso de la mano recorriendo su mejilla, su palman entre las piernas velludas, sintiendo el calor de su amante. Su yo piel comunicándose con otro yo piel lleno de secretos que descubrir. Mimos. Mimándose hasta el placer sublime de la piel.

viernes, diciembre 02, 2005

Me cago en Unelco, en Adán Martín y en Delta

Y en el calentamiento global, en Endesa (además, por utilizar a los Beatles como cancioncita publicitaria), en el racionamiento de energía, en los locutores fatalistas, en los especuladores de la luz, en las vitrocerámicas, en los termos eléctricos, en el "90%" de luz el jueves (para luego volver al 10% el viernes por la mañana), en los falsos techos de guajarvard, en la oscuridad, en los niñatos del bate, en la policia secreta, en la indiferencia del estado, en las infraestructuras "provicionales" que duran 25 años. Creo que ya he dicho oscuridad, no?, vale, lo reitero. Terminé.
Estamos bien, se rompieron dos chimeneas y el edificio se movió de una forma bastante preocupante, pero no fue nada.
Jejeje, y ahora que por fin hay luz, me voy de puente a Las Palmas, hasta la semana que viene!

Actualización: Bravo por el Circo Chino, que después de ver como la carpa volaba debido al temporal, ya han estrenado el espectáculo.

En una encuesta realizada sobre el temporal, un 50% de la población ha dicho que esto es culpa del cambio climático y que la responsabilidad debería asumirla el gobierno canario. Pero una de las respuestas a la encuesta fue: "Esto es un castigo de Dios por todo lo que se está haciendo con los homosexuales y la educación". Hay gente pa' tó.

jueves, noviembre 24, 2005

Sigo en el Jardín

Debería cambiar las sábanas

Venga, un cuentito...

Ayer no estaba, noté su ausencia en la esencia de su almohada al darme la vuelta intentando conciliar un sueño que se resistía. Dormir sin ella. Dormir sin ella es un delirio, noche en blanco y día maldito. Me lo dijo mil veces y yo sigo sin comprenderlo. Al final, se cansó y se largó dejando un vacío enorme en su lado de la cama. Olvidó las promesas: "Para siempre" cada vez dura menos tiempo. Se dejó el cepillo de dientes, lo ví al levantarme, quise tirarlo, pero me arrepentí, lo dejé en su cajón vacío. El pájaro estuvo chillando toda la mañana y las plantas parecían preocupantemente secas cuando salí de casa. Eran sus plantas y su pájaro. Mientras comía, el teléfono no dejaba de sonar y yo no dejé de mirar mi reflejo en el televisor apagado. Debajo del cojín encontré su mechero plateado, lo metí en su antiguo cajón, junto a mi maquinilla de afeitar. Antes de irme a trabajar, metí la jaula del pájaro muerto dentro de una enorme bolsa de basura, junto a los restos de las plantas. Me la encontré de camino, nos saludamos como viejos amigos y nos prometimos un café. Más palabras vacías. En el trabajo alguien pronunció su nombre y no pensé en ella. Al llenar la lavadora encontré su pañuelo verde, lo tiré a la basura sin mirarlo. Me metí en la cama jugeteando con las mantas y sentí su ausencia entre las sábanas. Lloré por última vez ese día.

miércoles, octubre 26, 2005

Ella y él

Ella: Ricardo, estoy borracha (y solo estamos a martes). Acabo de darme de bruces con tu foto y te he echado de menos.
Él: Yo también estoy borracho, tras haber cantado en un karaoke dos veces Bailar Pegados. ¿Bailas?
Ella: ¿Contigo? Toda la vida si hace falta
Él: Quizás toda una vida sea demasiado poco para ambos.
Ella: De repente mi cama se ha vuelto demasiado grande. Por cierto, he decidido que te seré fiel, no soportaría compartirte con otras.
Él: Lo cierto es que yo tampoco soportaría compartirte, pero lo aceptaría si lo deseases. Mi mayor miedo es defraudarte en la cama, creo que no estaré a la altura
Ella: Soy una maravillosa maestra... y siempre preferiré un post sublime a un intermedio salvaje
Él: ¿Y a un virgen?
Ella: Son más maleables, aprenden sin las corrupciones de los malos polvos
Él: Puede que los malos sean importantes para apreciar los buenos, pero me fío de mi maestra. Soy un 90% puro según el test de perversión, ¿me ayudas a llegar al 0%?
Ella: Aún estoy en 40%, te llevaré hasta donde puedas seguirme.

sábado, octubre 22, 2005

Mil sin actualizar...

... Y se me pasó el cumpleaños.

El Jardín ya tiene un año, habrá que empezar a podar para el invierno.
Por fin me he puesto las pilas, he logrado matricularme a la primera, la burocracia esta vez no pudo conmigo!
¿Se acuerdan de hoy me comí un dulce y la promesa de lanzarme la próxima vez que lo viera? Quizás no fue una buena idea. Me lancé, por supuesto, el primer día de clase. Estaba leyendo sentada en uno de los bancos y lo ví, como siempre, despistado y solo. Le sonreí y pasó de mi. Quizás debería habero dejado ahí, habría sido lo mejor. Pero me acordé de todo lo que me habían dicho, que si me tenía que lanzar, que si no perdía nada intentándolo. La proxima vez pasaré.
Lo peor del asunto es que es mucho más interesante de lo que me podría haber llegado a imaginar. Incluso me trató de usted trateme de usted, soy mucho mejor que vos, cuando me avalancé sobre él y le expliqué mi cuento. Por supuesto, se acordaba de aquella mañana de verano con dulce incluido, pero no se dio cuenta de mi sutil flirteo nota: flirtear más... o mejor. Cinco horas y 10km después nos separamos y juro que me gustó lo que vi. Pero no me ha gustado nada lo que ha venido después, ni lo que he olido después.

viernes, julio 29, 2005

Pin Up

Máscaras, lencería negra, plumas, guantes de encaje, cuero, cuerdas, maquillaje, látex, esposas... y una cámara digital.

lunes, julio 25, 2005

domingo, julio 24, 2005

Catálogo de colores

Estoy estancada, tengo algo grande entre manos, más grande de lo que estoy acostumbrada. Y ahora que he vuelto a coger la costumbre de escribir, no quiero perder la mano, me ha costado mucho volver a tenerla, demasiados años en el estancamiento creativo. Así que hago cosas como esta, no son nada del otro mundo, lo sé, pero es mejor esto que nada...

Llevábamos algún tiempo intentando cambiar el color de las paredes, pero no habíamos logrado ponernos de acuerdo con la pintura. Él había intentado convencerme de un insulso melocotón mientras yo tiraba hacia cualquier cosa que no entrara dentro de la definición “pastel”, ya casi estaba convencida por el PANTONE 2602 cv cuando me dijo lo que no esperaba oír.
–No quiero paredes de colores.
Ahora por fin teníamos nuestro propio espacio para compartir, con paredes para pintar y espacio que decorar, y va y resulta que a él no le gustan las paredes de colores, quería paredes blancas, como mi padre. Y entonces me di cuenta, esa barba, esa tripita cervecera, esas gafas… El complejo de Electra estaba en mí, me había enamorado de mi padre, pero me habían dicho que esas cosas no pasaban, que eran mitos.
Solté el catálogo de colores sobre la mesita negra que habíamos comprado juntos, cogí mis cosas y me fui.

martes, julio 19, 2005

Hoy me comí un dulce

Una bomba calórica, merengue sobre una base de brazo de gitano y una capa de chocolate, toda una maravilla de la ingeniería pastelera. De camino a casa, mientras disfrutaba de mis últimos momentos con mi dulce, encontré la cara familiar del día. Es un chico bastante guapo que conozco de la universidad, lo veía casi todos los días y me resulta lo suficientemente atractivo para quedarme con su cara, ojos verdes, barba y pelo lo suficientemente largo para que pase mis requisitos. Desde hace un par de días, lo encuentro por todas partes, en la guagua, por la calle, en la cafetería... y siempre nos quedamos mirándonos. Hoy me pilló comiéndome mi dulce, con cara de felicidad. La primera vez, él bajaba por la calle trasversal, desapareció en la esquina antes de que yo cruzara, luego otra vez, mientras él esperaba en el paso de peatones, yo pasé por detrás de él, nos miramos y yo sonreí con mi sonrisa cabrona, de "uy, que verguenza".
Ayer estuve con una amiga tomándonos un par de cervezas, ella una caña, yo una miller... con cacahuetes. Como siempre que nos juntamos, terminamos hablando de tíos, aunque somos polos opuestos, ella modosita y observadora, yo deslocada y poco atenta. Le conté una experiencia bonita que tuve una vez, donde fui yo la que dio el primer paso al hablar de lo que sentíamos. "Cada vez me sorprendes más" me dijo ella, le resultaba extraño que fuera tan lanzada.
Quien sabe, cualquier día de estos, me lanzo con este chico, le dijo: "sí, me conoces, me ves cada día en Guajara, pero, no, nunca hemos hablado", solo a ver que dice.

El intento de suicidio de Iris

A principios de primavera solíamos quedarnos en el aula, huyendo del sofocante calor que inundaba todo el patio. Hablábamos de las tonterías típicas que suponíamos importantes mientras esperábamos que sonara el timbre para recluirnos de nuevo en otra tediosa hora de soporífera clase de latín.
–¿Dónde estaba? –olí que preguntaba la voz absolutamente nasal Héctor –. Te he estado buscando por todas partes.
La idea que alguien se dedicara a buscarme me parecía un poco absurda, porque creía haber dejado claro desde el primer día que yo era una persona sedentaria como la que más. Su cara denotaba una sinceridad terrible.
–¿Te acuerdas de Iris?
Como para no acordarme, su novia–exnovia–cuasinovia–acosadora a la que habíamos estado fastidiando un par de días atrás, cuando no sé muy bien por qué vino de visita a mi casa y me contó que la tal Iris, estudiante del colegio pijo por excelencia de la ciudad, se había tomado muy a mal eso de que él quisiera romper la relación. Aquella tarde lo había llamado un par de veces y más por el juego que por hacerle daño, en una de esas contesté yo y le dije, “mira, tía, Héctor está en mi casa, él te llamará más luego”.
–Ayer te estuvo buscando para matarte.
No pude aguantar la carcajada al imaginarme a una pijita con un cuchillo de carnicero preguntando por Sibisse por las calles del barrio cual gata en celo. Aunque tampoco pude aguantar cierto terror ante la posibilidad de que en cualquier momento me saliera una loca en una esquina con intención de pegarme una paliza.
–Te lo estás inventando –solté al final.
–¡Qué no!
Ya era la hora de volver a los libros, así que dejamos el tema para otro momento. Durante días, miré con cierto recelo cualquier uniforme azul que asomara por el horizonte.
A finales de primavera solíamos empezar a llevar ropa más provocativa y la perspectiva de los exámenes nos hacía quedarnos en el aula para repasar los exámenes próximos. Héctor ya sabía donde buscarme sin recorrerse los tres niveles de patio del instituto. Apareció a mitad del descanso, con una bolsa de grasas saturadas y aceites animales para sentarse a mi lado.
–¿Qué ha pasado con Iris?
–¡Ah! –dijo con la boca llena de palomitas–. Se intentó suicidar.
–Vaya… Hostia… Que putada… ¿Cuándo? –. La muerte siempre me ha dejado sin palabras decentes.
Se puso en posición cotilleo, ladeado hacia mí, gesticulando con las manos mientras hablaba. Había dejado la bolsa de snacks encima de la mesa y todo su contenido se esparramaba por mis apuntes dejando marcas de aceite sobre la tercera declinación del griego.
–Está en el San Juan de Dios. La semana pasada se metió una caja de paracetamol entera.
Mi carcajada sorprendió a Lucía que sentada delante nuestro intentaba concentrarse en sus apuntes, que inmediatamente se dio la vuelta para unirse al chisme.
–¿En serio?
–Que sí, tía. Dejó una carta de suicidio. Dice que tú eres la culpable. Su madre te quiere denunciar.
Durante un segundo reflexioné sobre lo que me acababa de decir. Ser la responsable de un intento de suicidio no era algo que me apeteciera mucho, por esa época aún era joven e intentaba ser respetable y buena.
La noche de San Juan nos solíamos reunir en torno a una hoguera para librarnos de los malos rollos de los exámenes y poder emborracharnos a gusto. Al día siguiente, con la primera resaca de mi vida, recibí una llamada telefónica.
–Hola, Sibisse –dijo una temblorosa voz femenina al otro lado de la linea–. Soy Iris.
–Sí, dime… ¿Qué quieres?
–Quiero pedirte perdón por lo de Héctor.
–Ah, vale –respondí aún un poco descolocada–. ¿Qué quieres que te diga? Joder, tía, me querías culpar de tu intento de suicidio. Anda, aprende un poco de la vida.
Sí, lo sé, aunque intentara ser buena, mi carácter maligno y diabólico ya estaba saliendo a la luz.
–Lo siento.
No dejé que dijera nada más, le colgué el teléfono antes de pensar que era una buena candidata para ser paciente de mi madre.
Ahora, años después, solemos sentarnos a la sobra de las palmeras para fumarnos nuestros porritos después de las clases universitarias y aún le pregunto a Héctor si la historia del intento de suicidio de Iris era real.

domingo, julio 17, 2005

Puente Galcerán


Puente Galcerán

Llevo una semana que lo único que hago es escribir encerrada en casa. Mi madre ha tenido un pequeño accidente y necesita que la ayude. Así que hoy, cuando ya se iba a dormir, salí a dar una vuelta. Santa Cruz de noche es una ciudad que no conozco. Me gusta la noche, quedarme horas en el silencio, leyendo o simplemente mirando por la ventana. Este es el puente Galcerán, iluminado con colorcitos que te deslumbran si cruzas el puente, aunque reconozco que desde donde estaba, se veía bonito.

sábado, julio 09, 2005

Barquitos de inspiración


barquitos de inspiración

Cada día intento estar dos horas delante del word avanzando en un relato que empecé hace dos semanas. Odio los diálogos y para conseguir que salgan más o menos naturales, tengo que corregir, pensar, trastear... mientras, hago barquitos de papel.

viernes, julio 08, 2005

Monologo

El miedo es una calle llena de confetis de colores. Él se destaca con esa extraña costumbre cuando sus pasos le conducen hacia mi barrio. Deja un reguero de color de camino a la parada de autobús o cerca de la puerta de mi trabajo cuando quiere recordarme que no es una mala pesadilla. Temo encontrarlo de frente al doblar una esquina, incluso no soy capaz de comprar el pan si noto su presencia. Un día empecé a soñar, acurrucada en un rincón del armario, imaginándome a un salvador que nunca llegaría y me sacaba de allí sin mentiras de un cariño que no me iba a dar, sino con una sinceridad que incluso notaría en su forma de andar. Pero siempre llega la hora en que salgo de la jungla de mi mente y me espera ese callejón mugriento al que da la puerta de mi casa. Miro al suelo antes de abrir el portón y las manchas de colores se han convertido en un escudo que me impide pisar el sucio suelo que algunos llaman calle Consuelo. Otras veces me quedo detrás de la puerta esperando algún ruido, hasta que alguno de los vecinos tiene que salir. Y salgo tranquila hablando de la rara lluvia de confetis que cae sobre el barrio últimamente. Y sonrío hipócrita cuando me comentan, que conste que no soy racista, lo tranquilo que está la zona desde que la policía expulsó a los moros del barrio. Y respondo mentirosa que estoy mucho mejor, gracias. Y ayudo servicial a la del tercero a bajar el carro del bebé. Y me despido asustada al llegar a la esquina que separan los caminos. Cada semana hago malabares con los horarios para conseguir llegar a casa antes de que oscurezca, cada mes espero que se canse de mí, cada día temo encontrarme una alfombra de colores y cada noche sueño con el duende que me saque del infierno. Entonces me despierto y me digo que nada es cierto y la realidad no existe. Y a la mañana siguiente una nube de confetis cubiertos de rocío me vuelve a decir que él es real. Y me aterro y miro por el cristal hasta que pasa algún desconocido al que poder seguir. El miedo olvida de mí el instante suficiente para pisarlo y desaparecer. Una vez lo quise por los detalles, lo dejé de querer por las cosas grandes. Dejé de saber quien era yo, convirtiéndome en su triste complemento robótico. Hace tiempo que mi madre se volvió al pueblo, ya no podía quedarse conmigo más tiempo. Poco a poco vuelvo a dormir, las pesadillas desaparecen, las noches en blanco se extinguen, pero siempre está el miedo en mí, esperándome en cualquier esquina con una mancha de colores.
A.
Viernes, 08 de julio de 2005

Pelícano del Niño Gusano

Una vez que puse mi mente hecha pedazos
en la máquina de exprimir naranjas
salió un líquido blanco que servía
como combustible para cualquier nave.

Pelícano con ruedas, come hierba donde quieras,
y estarás bien, estarás bien, estarás bien ...

¡Y bajó el sol a decir que no!
¡Y bajó el sol a decir que no!
¡Y bajó el sol a decir que no!
¡Y bajó el sol a decir que no!

Ahora que a tus viajes me arrastras del pelo,
pelícano con ruedas, come hierba donde quieras,
y estarás bien, estarás bien, estarás bien...

¡Y bajó el sol a decir que no!
¡Y bajó el sol a decir que no!
¡Y bajó el sol a decir que no!
¡Y bajó el sol a decir que no!

Ahora que mi vida se ha convertido en cuento,
pelícano con ruedas, come hierba donde quieras,
y estarás bien, estarás bien, estarás bien...

Vale, no entiendo nada, pero es una canción tan bonita que me apeteció muchísimo meterla aqui.

miércoles, julio 06, 2005

Flipa!

A un lado, encima de los links, dice Flipa!, un enlace a una página de un artista inglés que me tiene loquita. Actualiza cada cierto tiempo, y ahora nos acaba de regalar esta pequeña joya. No me dirán que no es flipante.

Porqué doce, porqué cuentos, porqué peregrinos

Uno de los libros que más me ha marcado desde la adolescencia es un pequeño recopilatorio de cuentos de Gabriél García Márquez. Un profesor, de aqullos recién salidos de la Universidad y que todavía creía en la inocencia de los vándalos que poblábamos el aula, nos leyó "Tu Rastro de Sangre Sobre la Nieve". No sé si alguno de mis compañeros recuerda esa mañana, pero para mi fue el descubrimiento de una literatura a la que aún no me atrevía a acercarme. Poco después conseguí el libro, comencé por le último cuento, el que nos había leído en alto y fui avanzando de forma irregular, hasta que sin darme cuenta sólo me quedaba el Prólogo que aquí transcribo. Por supuesto, tonteé con el realismo mágico al igual que ahora tonteo con la novela negra, alguna vez creo haber escrito algo que mereciera la pena, por ahora lo sigo intentando.

Los doce cuentos de este libro fueron escritos en el curso de los últimos dieciocho años. Antes de su forma actual, cinco de ellos fueron notas periodísticas y guiones de cine, y uno fue un serial de televisión. Otro lo conté hace quince años en una entrevista grabada, y el amigo a quien se lo conté lo transcribió y lo publicó, y ahora lo he vuelto a escribir a partir de esa versión. Ha sido una rara experiencia creativa que merece ser explicada, aunque sea para que los niños que quieren ser escritores cuando sean grandes sepan desde ahora qué insaciable y abrasivo es el vicio de escribir.
La primera idea se me ocurrió a principios de la década de los setenta, a propósito de un sueño esclarecedor que tuve después de cinco años de vivir en Barcelona.
Soñé que asistía a mi propio entierro, a pie, caminando entre un grupo de amigos vestidos de luto solemne, pero con un ánimo de fiesta. Todos parecíamos dichosos de estar juntos. Y yo más que nadie, por aquella grata oportunidad que me daba la muerte para estar con mis amigos de América Latina, los más antiguos, los más queridos, los que no veía desde hacía más tiempo. Al final de la ceremonia, cuando empezaron a irse, yo intenté acompañarlos, pero uno de ellos me hizo ver con una severidad terminante que para mí se había acabado la fiesta. "Eres el único que no puede irse" me dijo. Sólo entonces comprendí que morir es no estar nunca más con los amigos.
No sé por qué, aquel sueño ejemplar lo interpreté como una toma de conciencia de mi identidad, y pensé que era un buen punto de partida para escribir sobre las cosas extrañas que les suceden a los latinoamericanos en Europa. Fue un hallazgo alentador, pues había terminado poco antes: El Otoño del Patriarca, que fue mi trabajo más arduo y azaroso, y no encontraba por dónde seguir.
Durante unos dos años tomé notas de los temas que se me iban ocurriendo sin decidir todavía qué hacer con ellos. Como no tenía en casa una libreta de apuntes la noche en que resolví empezar, mis hijos me prestaron un cuaderno de escuela. Ellos mismos lo llevaban en sus morrales de libros en nuestros viajes frecuentes por temor de que se perdiera. Llegué a tener sesenta y cuatro temas anotados con tantos pormenores, que solo me faltaba escribirlos.
Fue en México, a mi regreso de Barcelona, en 1974, donde se me hizo claro que este libro no debía ser una novela, como me pareció al principio, sino una colección de cuentos cortos, basados en hechos periodísticos pero redimidos de su condición mortal por la astucias de la poesía. Hasta entonces había escrito tres libros de cuentos. Sin embargo, ninguno de los tres estaba concebido y resuelto como un todo, sino que cada cuento era una pieza autónoma y ocasional. de modo que la escritura de los sesenta y cuatro podía ser una aventura fascinante si lograba escribirlos todos con un mismo trazo, y con una unidad interna de tono y de estilo que los hiciera inseparables en la memoria del lector.
Los dos primeros -El rastro de tu sangre en la nieve y El verano feliz de la señora Forbes- los escribí en 1976, y los publiqué enseguida en suplementos literarios de varios países. No me tomé ni un día de reposo, pero a mitad del tercer cuento, que era por cierto el de mis funerales, sentí que estaba cansándome más que si fuera una novela. Lo mismo me ocurrió con el cuarto. Tanto, que no tuve aliento para terminarlos. Ahora sé por qué el esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más intimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el mismo rigor de fierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin: fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la ajena enseñan que en la mayoría de las veces es más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o tirarlo a la basura. Alguien que no recuerdo lo dijo bien con una frase de consolación: "Un buen escritor se aprecia mejor por lo que rompe que por lo que publica". Es cierto que no rompí los borradores y las notas, pero hice algo peor: los eché al olvido.
Recuerdo haber tenido el cuaderno sobre mi escritorio de México, náufrago en una borrasca de papeles, hasta 1978. Un día, buscando otra cosa, caí en la cuenta de que lo había perdido de vista desde hacía tiempo. No me importó. Pero cuando me convencí de que en realidad no estaba en la mesa sufrí un ataque de pánico. No quedó en la casa un rincón sin registrar a fondo. Removimos los muebles, desmontamos la biblioteca para estar seguros de que no se había caído detrás de los libros, y sometimos al servicio y a los amigos a inquisiciones imperdonables. Ni rastro. La única explicación posible -¿o plausible?- es que en algunos de los tantos exterminios de papeles que hago con frecuencia se fue el cuaderno para el cajón de la basura.
Mi propia reacción me sorprendió: los temas que había olvidado durante casi cuatro años se me convirtieron en un asunto de honor. Tratando de recuperarlos a cualquier precio, en un trabajo tan arduo como escribirlos , logré reconstruir las notas de treinta. Como el mismo esfuerzo de recordarlos me sirvió de purga, fui eliminando sin corazón los que me parecieron insalvables, y quedaron dieciocho. Esta vez me animaba la determinación de seguir escribiéndolos sin pausa, pero pronto me di cuenta de que les había perdido el entusiasmo. Sin embargo, al contrario de lo que siempre les había aconsejado a los escritores nuevos, no los eché a la basura sino que volví a archivarlos. Por si acaso.
Cuando empecé "Crónica de una muerte anunciada", en 1979 comprobé que en la pausas entre los dos libros perdía el hábito de escribir y cada vez me resultaba más difícil empezar de nuevo. Por eso, entre octubre de 1980 y marzo de 1984, me impuse la tarea de escribir una nota semanal en periódicos de diversos países, como disciplina para mantener el brazo caliente. Entonces se me ocurrió que mi conflicto con los apuntes del cuaderno seguía siendo un problema de géneros literarios y que en realidad no debían ser cuentos sino notas de prensa. Solo que después de publicar cinco notas tomadas del cuaderno, volvía a cambiar de opinión: eran mejores para el cine. Fue así como hicieron cinco películas y un serial de televisión.
Lo que nunca preví fue que el trabajo de prensa y de cine me cambiaría ciertas ideas sobre los cuentos, hasta el punto de que al escribirlos ahora en su forma final he tenido que cuidarme de separar con pinzas mis propias ideas de las que me aportaron los directores durante la escritura de los guiones. Además, la colaboración simultánea con cinco creadores diversos me sugirió otro método para escribir los cuentos: empezaba uno cuando tenía el tiempo libre, lo abandonaba cuando me sentía cansado o cuando surgía algún proyecto imprevisto, y luego empezaba otro. En poco más de un año, seis de los dieciocho temas se fueron al cesto de los papeles, y entre ellos el de mis funerales, pues nunca logré que fuera una parranda como la del sueño. Los cuentos restantes, en cambio, parecieron tomar aliento para una larga vida.
Ellos son los doce de este libro. En septiembre pasado estaban listos para imprimir después dos años de trabajo intermitente. Y así hubiera terminado su incesante peregrinaje de ida y vuelta al cajón de la basura, de no haber sido porque a última hora me mordió una duda final. Puesto que las distintas ciudades de Europa donde ocurren los cuentos las había descrito de memoria y a distancia, quise comprobar la fidelidad de mis recuerdos casi veinte años después, y emprendí un rápido viaje de reconocimiento a Barcelona, Ginebra, Roma y París.
Ninguna de ellas tenía ya nada que ver con mis recuerdos. Todas, como toda la Europa actual, estaban enrarecidas por una inversión asombrosa: los recuerdos reales me parecían fantasmas de la memoria, mientras los recuerdos falsos eran tan convincentes que habían suplantado a la realidad. De modo que me era imposible distinguir la línea divisoria entre la desilusión y la nostalgia. Fue la solución final. Pues por fin había encontrado la que más me hacía falta para terminar el libro, y que sólo podía dármelo el transcurso de los años; una perspectiva en el tiempo.
A mi regreso de aquel viaje venturoso reescribí todos los cuentos otra vez desde el principio en ocho meses febriles en los que no necesité preguntarme dónde terminaba la vida y dónde empezaba la imaginación, porque me ayudaba la sospecha de que quizás no fuera cierto nada de lo vivido veinte años antes en Europa. La escritura se me hizo entonces tan fluida que a ratos me sentía escribiendo por el puro placer de narrar, que es quizás el estado humano que más se parece a la levitación. Además, trabajando todos los cuentos a la vez y saltando de uno a otro con plena libertad, conseguí una visión panorámica que me salvó del cansancio de los comienzos sucesivos, y me ayudó a cazar redundancias ociosas y contradicciones mortales. Creo haber logrado asi el libro de cuentos mas próximo al que siempre quise escribir.
Aquí está, listo para ser llevado a la mesa después de tanto andar del timbo al tambo peleando para sobrevivir a las perversidades de la incertidumbre. Todos los cuentos, salvo los dos primeros fueron terminados al mismo tiempo, y cada uno lleva la fecha en que lo empecé. El orden en que están en esta edición es el que tenían en el cuaderno de notas.
Siempre he creído que toda versión de un cuento es mejor que la anterior. ¿Cómo saber entonces cuál debe ser la última? Es un secreto del oficio que no obedece a las leyes de la inteligencia sino a la magia de los instintos, como sabe la cocinera cuándo está la sopa. De todos modos, por las dudas, no volveré a leerlos, como nunca he vuelto a leer ninguno de mis libros por temor de arrepentirme. El que los lea sabrá qué hacer con ellos. Por fortuna, para estos doce cuentos peregrinos terminar en el cesto de los papeles debe ser como el alivio de volver a casa.
Gabriel García Márquez
Cartagena de Indias, abril, 1992

martes, julio 05, 2005

Libros libros libros

Cuatro libros que me han tenido enganchada hasta el final, no se los recomiendo a nadie, porque las recomendaciones no funcionan.
Carta de una mujer desconocida de Stefan Zwig. Lo encontré hoy, después que viera la versión cinematrográfia de Xu Junglei. Una pequeña novelita de 66 páginas llenas de sentimientos. La confirmación de que la segunda persona puede funcionar en una novela.
El Curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon. Últimamente se oye hablar mucho de este libro, y con razón. Buen estilo y muy original
Los mordisco del alba de Tonino Benacquista. Flipante novela negra que nos arrastra por la vida nocturna parisina de una forma impecable.
Zanzíbar puede esperar de Xavier Moret. Otra novela negra, aunque los personajes son mucho más planos y un poco estereotipados. La demostración de que no por ser buen periodista, eres buen escritor. Me quedo con Lo mejor que le puede pasar a un Cruasán.
Una preguntita... ¿El escritor nace o se hace?

sábado, julio 02, 2005

Bienvenidos sean los recien llegados.

Thirteenth step de a perfect circle
A rush of bloog to the head de Coldplay
27.03.04 de Sexy Sadie
Meat is murder The Smiths
Loaded de The Velvet Underground
Mother Love Bone

Discos nuevos y buenos para mi colección. Me dejé aconsejar por expertos y he vuelto a casa con pequeñas joyas en mis manos. El monstruo blanco necesita comida y yo no voy a ser quien se la niegue.

viernes, junio 24, 2005

Mimo


Regala caramelos a los que le llenan la hucha, aunque a veces son demasiados y alguno se le escapa. Ya la he visto dos veces, creo que se turna con el acordeonista, bastante bueno, por cierto.Me gusta ir por la ciudad y ver cosas distintas. A veces me topo con el Hombre de Hojalata, que hace sonar sus ralladores cuando alguien le da dinero. Hace tiempo que no veo al Sr. Gallina, aunque tengo la ligera sospecha que el Hombre de Hojalata y el Sr. Gallina son el mismo artista. Al Maradona de Oro hace tiempo que no se le ve, aunque era bastante malo.

La Fura Dels Baus en Almería

Como siempre, espectaculares, majestuosos y perfectos. Fenicios, romanos, torres y barcos. Un centurión romano caminando sobre la formación de la tortuga, los minaretes entrando y llenando el espacio de color. Pero... ¿A quién se le ha ocurrido que necesitan comentaristas? ¿Acaso el espectáculo no brilla lo suficiente por sí solo? Además, tampoco puedes poner el 'mute', mi compañero inseparable en las olimpiadas, porque pierdes la música, sonidos medidos, cuadrados dentro del espectáculo visual. ¿Por qué tienen que decir cosas como: "atentos ahora, que se alzan las torres"? Pero si son unos simples spoilers!
Bueno, ya solté mi queja al mundo, ahí queda.

miércoles, junio 22, 2005

Cuestionario musical

Venga, por qué no?

Testigo recibido de:
Otama

Tamaño total de los archivos de música en mi ordenador:
3,38 GB en la biblioteca del reproductor.
2,18 GB de música en japonés que hace mil que no oigo (he pensado meterlas en un par de cds, pero me da una pereza tremenda.)
y 2,20 GB de música inclasificable que aún no he metido en la biblioteca.
En total... demasiada, debería hacer una pequeña limpieza...

Último disco que me compré:
Desaparezca Aquí de Nacho Vegas hace menos de una semana. Bastante bueno.
También caí en el error de comprarme Los jóvenes mueren antes de tiempo de Deluxe, letras simplonas y mucho ego. Al menos en inglés, las disimulaba.

Canción que estoy escuchando ahora:
La versión de Román del Hombre Burbuja.

5 canciones que escucho un montón o que tienen algún significado para mi:
El Ángel Guardia de El Niño Gusano porque con ella me inicié en un tipo de música que jamás había escuchado y que me impresionó. La primera vez que la oí fue en boca de unas amigas, sentadas frente a la catedral de Salamanca.
Kill the moskito de El Hombre Burbuja. "No podíamos no parar de fumar..."
Mi rulot and I de El Hombre Burbuja. Mi deseo de huir de todo y perderme y que "el mundo venga hacia mí en curvas planas"...
El otro lado de Family.
Meanwhile de Fool's Garden. Siempre que llego borracha a casa me apetece muchísimo escuchar a este grupo. Durante unas vacaciones, mi padre y yo nos recorrimos Cataluña en coche, sólo teníamos Fool's Garden y Dire Strait para entretenernos. Me he reconciliado con mi música de adolescente por este grupo.

5 personas a las que les paso el testigo:
Casi todos los blogs que leo ya lo han hecho, así que quien quiera, que se apunte.

martes, junio 21, 2005

Mi nuevo juguete

Hace un par de dias puse un post acerca de mi música, de esos cinco discos que me acompañan allá por donde voy. Ahora tengo un nuevo juguetito, un ipod shuffle chiquitito donde me caben tantas canciones que hay veces que no sé qué estoy oyendo (aunque aún no he encontrado ninguna canción que no me guste en mayor o menor medida). El único problema es que ahora soy una máquina a una mujer pegada, y no me mola mucho la idea. Hoy incluso recibí mi primera llamada de atención con respecto a mi salud auditiva, en un ascensor. Como una niña buena me quité los cascos, y después como la niña respondona en la que he terminado convirtiendome, le dije que 1) no la llevaba muy alta y 2) que el mundo es demasiado triste sin música. El señor me pidió perdón por meterse en donde no le llamaban, y como aún quedaban un par de plantas hasta llegar a mi destino, le dije que no importaba e intenté suavizar un poco el ambiente, aunque con poco éxito, creo.


Cada sentido tendrá su fiesta de Resurrección



P.D. Teoría de la Literatura II: 7 (mi primer notable universitario)
P.D.2 29 de junio: Fonética I (sí, las 's' siguen siendo fricativas aunque yo me hubiera olvidado)

martes, junio 14, 2005

Los inconvenientes de una ciudad pequeña

Ayer, cuando subía en la guagua, me fijé en un muchacho que no paró de mirarme en todo el trayecto. Me dije "Si se baja en la misma parada que yo, le pregunto si nos conocemos". Así que discretamente busqué durante media hora el brillo de su camiseta amarilla sobre el panel blanco de la guagua. Dejamos atrás la primera zona 'conflictiva', Guajara, y sus tres paradas posibles. Quería parecerme a Bo Peep y estuve pensando largo rato qué decirle. Ya quedaba poco para mi parada y el reflejo y las miradas fortuitas seguían ahí. Llevaba un gran libro de Química sobre las piernas, una mochila roja con un Stan de South Park colgando y, como yo, oía música. Se bajó en la parada anterior a la mía. Me quedé con las ganas de hablar con él, de darle mi número de teléfono. Pero la fantasía quedó ahí. Lo miré por la ventanilla y lo observé cantar. Adoro a los que cantan por la calle, quizás porque yo no me atrevo a hacerlo. Me bajé y yo también canté. "Clon Fashion, Dolly, no te das cuenta que eres un clon" mientras intentaba sortear a una pequeña multitud de pijas.

Ya entiendo a Bajtin, me costó media hora de divagaciones y lecturas en voz alta debajo de los pinos para llegar a una conclusión más o menos aceptable, pero si he comprendido a Bajtin me veo capaz de comprender cualquier cosa, y eso siempre hace subir la moral.

Esta tarde, cuando daba una vuelta para despejarme un poquito, me di cuenta de los inconvenientes de vivir en una ciudad pequeña. Vi un Stan colgando de una mochila roja. Me volvió a mirar. Y no tengo la paciencia suficiente para estar siguiendo un juego así. Lo saludé, mostré mi mejor sonrisa y solté todas las frases acumuladas en la guagua. Estuvimos hablando hasta que nuestros caminos se volvieron a separar. He decidido que no voy a estudiar en casa nunca más, ahora me iré a la biblioteca donde estudia él... a ver que pasa.

domingo, junio 12, 2005

Discos

Mis discos maravillosos, esos que siempre tengo en la mochila para los aburridos momentos de espera de la guagua.

The Doors
Janis Joplin Pearl
V.V. A.A. Ruido? 2
El Hombre Burbuja Nadando a Crol
Sidonie Shell Kids
El Niño Gusano El escarabajo más grande de Europa

sábado, junio 11, 2005

Es que siempre pasa...

No sé por qué me sorpendo... las tipicas chorradas que lees en internet y dices: "Va, eso a mi no me pasa". Regla de los correos basura b: "No tires nada, porque en cuanto lo tieres, lo vas a necesitar". Durante meses corrieron por mi gabeta de la ropa interior unas braguitas verdes preciosas que compré en una tienda de oportunidades. La talla era XL, pero cuando llegué a casa, vi que eran demasiado pequeñas y esas cosas no se pueden devolver. Hace unas semanas hice limpieza de armario (no mucho, sigue igual de desastre que siempre, no se nota la mejoría) y metí todas las braguitas, sujetadores y calcetines desastrosos. También tiré la braguita verde.
Esta noche viene a estudiar una amiga a casa, le dije que se quedara a dormir y me dijo "No tengo braguitas". Más vale que se quede, de todas formas, porque los exámenes están ahí y no hemos hecho nada. "Tranquila" le dije, "yo tengo unas".
La bolsa ha estado rondando por mi cuarto hasta ayer (si, soy así de desastre). El gato la había estado usando como cama, así que decidí tirarla antes que decidiera que era un buen juguete. He estado tres minutos buscando las bragas hasta acordarme que no están.
Bueno, sin bragas o con ellas, espero que mi amiga se quede.

martes, junio 07, 2005

Flickr

Ya que hello me funciona fatal y no puedo subir mis fotos, me he buscado un sustituto flickr. Después de que Fotolog, siento que he pasado de nivel, esta página es muy sencilla.
Mi preferida es Javier A.
Si hay alguien por estos lares, me gustaría visitar su página.

sábado, junio 04, 2005

¿Qué le pasa a Hello?

Hoy tenía ganas de subir una fotito, estuve esta mañana en el parque y han salido algunas cosas interesantes. También he creado un nuevo logo para la página. Pero no puedo subir nada. Hello se hace el muerto, dice que la UI no funciona.

Tengo esto un poco avandonado, lo sé, pero tampoco sé que puedo decir. Dentro de un mes acabo los exámenes... volveré para julio. Un beso...

viernes, mayo 20, 2005

Viejo Poema

Les dejo aqui con la vieja Imzel, la desaparecida, la que se hacía llamar Pandora por el personaje de Anne Rice... la que escribía cada día y se creía que algún día alguien querría publicar sus escritos. Ahora soy distinta, aunque sigo esperando la carta del editor (aunque esta vez ya tienen mi material). Pero, NO, ya no hay poesía, ahora hay prosa, es más divertida!

¡Oh! injusto cupido
¿cuál fue el motivo
de que tus flechas,
tan caprichosas
me tuvieran como destino?

Sé bueno conmigo
tómame bajo tu ala
y acercame al que tú has predicho
que con mi amor ha de ser agraciado.

Mas... yo lo amo
¿Cómo puedo, querido niño,
saber si mi amor es correspondido?
Yo le escribo versos
que él rechaza.
Yo lo miro a los ojos
y él la vista aparta.

Amor injusto, quítame esta flecha,
que, tan mal encaminada, decidió
que su destino era mi culo.

Escrito en Mayo del '99

jueves, mayo 19, 2005

Que lo sepas...



... Me agotas

martes, mayo 17, 2005

Los de la cafetería

Ahora que ya estamos casi a final de curso, puedo hacer una valoración interesante de este año de vuelta a casa, de volver a la rara normalidad de la que salí hace cuatro años al acabar el instituto, un año donde he vuelto a tener la presencia de mis padres presente todo el día. El cambio se ha notado más en las cosas rutinarias como la radiodespertador que decidí no llevarme a mi investigación en otra ciudad o las comidas regulares que en mi constancia: sigo siendo la misma bala perdida que dejó el primer año de carrera.
En la cuestión social, divertido... la gente de cafetería... ¿Cómo encontrar un sustantivo para describir esa amalgama de personas que nos reunimos al final de clase, al principio o en medio? No son amigos, no existe la complicidad necesaria para que los considere amigos. Tampoco son conocidos, porque en realidad nos hemos ido juntando por esa necesidad de no estar solos. Quizás a uno o dos podría llegar a considerarlos amigos, habrá que ver que ocurre en verano.
De amor, como siempre, de puta madre, me considero afortunada... ¡Qué poco se puede decir cuando algo va bien!

P.D. Estoy viendo las Cerezas, ahí está Figo y Boris Itzaguirre, flipante la cara de Figo cada vez que a Boris se le escapa la pluma absoluta...

Mr. and Ms. Woodman

Hace varios años encontré un libro de Man Ray encima de la mesa del comedor. En él había una colección titulada "Mr and Ms Woodman" que me impresionó. Desde entonces he estado esperando el momento para hacer mi propia versión de la serie, conseguí los muñecos, tres en total, con los que he ido jugando en la entrada de casa, con el beneplácito de mi madre.Hice un primer intento, pero no quedó muy bien, así que desistí hasta conseguir una cámara digital. El aburrimiento y el Quijote hicieron el resto. Muchas gracias por haber seguido el progreso de mis dos pequeños Mr and Ms Woodman.

Para más información sobre Mr and Ms Woodman y Man Ray: Link

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

sábado, mayo 14, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

jueves, mayo 12, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

domingo, mayo 08, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

jueves, mayo 05, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

miércoles, mayo 04, 2005

Mr. and Ms. Woodman

Mr. and Ms. Woodman

viernes, abril 29, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

martes, abril 26, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

lunes, abril 25, 2005

Mr. and Ms. Woodman

Mr. and Ms. Woodman

domingo, abril 24, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

lunes, abril 18, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

viernes, abril 15, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman


jueves, marzo 10, 2005

Mr. and Ms. Woodman

Mr. and Ms. Woodman


Ella: Entonces fue cuando me terminaron de montar. Ahí cogí conciencia de lo que era.

Él: Vaya... eres todo un producto artesanal. A mi me compraron en una tienda de decoración.

Ella: Bueno, es que donde hay clase, hay clase...

lunes, marzo 07, 2005

Mr. and Ms. Woodman


Mr. and Ms. Woodman

Él: ¡Hola! ¿Qué haces tú por aquí?
Ella: Nada, que me han dejado tirada como una muñeca de trapo.
Él: Pero esto... lo ha dejado muy bien, ¿no? Con asientos y todo.
Ella: No te creas, muy cómodo no es.
Él: Esto... te ví el otro día en la mesa del comedor.
Ella: Ya sabes... de vez en cuando hay que currar y esas cosas.
Él: Una postura muy sexy.
Ella: [Rie] Las puedo hacer mejores, cuando no hay presión.
Él: [Rie]

miércoles, marzo 02, 2005


Echeyde II 1997-1998

domingo, febrero 27, 2005

Mañana, a clase...


Cartel de un almacén abandonado

Mañana comienzan las clases, estoy desde el nueve sin hacer nada, así que ya me apetece volver a empezar. No sé que va a pasar cuando vea a la gente de la cafetería, pero tampoco es que me importe mucho. A ver si este cuatrimestre me lo tomo un poco más en serio.
El viernes subí a ver la nota de lingüística. Un 5'8, estoy contenta. Intentaré ir pasado mañana a ver el exámen, sobretodo para ver que fue lo que me salió mal. No soy muy dada a hablar con los profesores, me da bastante corte, pero habrá que hacerlo....
Bueno, poco más...

viernes, febrero 25, 2005

Creo que te voy a dejar... Bueno, no sé.


Imzel borracha en el suelo de la discoteca.

Al amarte me siento inútil,
al amarte no me siento bien.
Al amarte me siento inútil,
al amarte no me siento bien.

Muy bien, muy bien.

Cuando te llevo al cine
no te gusta lo que ves.
Cuando te llevo al cine
no te gusta lo que ves.

Muy mal, muy mal.

No te gustan mis discos ni mi ropa,
no te gusta mi forma de bailar.
No te gustan mis discos ni mi ropa,
no te gusta mi forma de bailar.

Al amarte me siento inútil,
al amarte no me siento bien.
Al amarte me siento inútil,
al amarte no me siento bien.

Muy bien, muy bien.

No te gustan mis discos ni mi ropa,
no te gusta mi forma de bailar.

Muy bien, muy bien.

[El Niño Gusano: Creo que te voy a dejar... Bueno, no sé]

Libro recomendado: Mi familia y otros animales, Gerald Durrell.

Página recomendada: Chiomanera

lunes, febrero 21, 2005

Recuperándome


El mar...

Cuando estoy mal me da por no hablar. No es que me haya olvidado de mi querido Jardín, es que no estoy con ánimos de cuidarlo y eso que le han salido algunas malas hierbas. Novedades... Ancor ha vuelto de Londres y hemos pasado los dos últimos fines de semana juntos, me reconforta estar a su lado, dormir abrazado a él, buscarlo en la cama y encontrarlo cerca.
He vuelto a hablar con L. Hacía meses que no sabía nada de ella, y volverla a encontrar ha sido bastante bonito. Tengo que volver a Salamanca pronto... la extraño mucho.
Aunque me vea incapaz de escribir aqui, sí que estoy escribiendo mis pequeños relatos inentendibles que tanto me gustan. Me siento tan bien cuando logro que las palabras fluyan...
Estoy pensando en hacerle un lavado de cara al jardín, plantar flores nuevas y adecentarlo un poquito. Todavía tengo tiempo antes de que empezar el segundo cuatrimestre.
Necesito hacer cosas mecánicas.

jueves, febrero 10, 2005

Hoy me he vuelto a sentir como una mierda

Como siempre que la cago me siento como una mierda y me salen unos post realmente patéticos, pero ahí voy. No quiero parecer autocompadercerme, pero no logro entender por qué se me dan tan mal las relaciones de amistad, quizás no estoy hecha para tener amigos.
Hoy me metí donde nadie me llamaba. Encontré a unos amigos que se iban de tiendas, y como no tenía nada mejor que hacer me fui con ellos sin que me invitaran. Quizás debería haberme vuelto a casa a morirme del asco leyendo el Quijote, habría sido mejor. Después de estar desde las diez y cuarto hasta las doce y media dando vueltas por la ciudad fuimos a desayunar. Yo había cogido el dinero para la autoescuela, para un repelente de mosquitos (sí, en pleno invierno, pero los mosquitos canarios están locos) y para un paquete de cds. El dinero de los cds lo gasté en un regalo para Ancor, cuando me di cuenta no me quedaba dinero para desayunar. Uno de mis grandes defectos desde pequeña, si tengo hambre me pongo de una mala leche del carajo. Después de un pequeño mal rollo me fui para casa, sintiéndome fatal y deprimiéndome por momentos.
Ella no es que me caiga muy bien, pero al menos era alguien con quien podía pasar el rato. Me esforzaba por mantener una amistad con ella, al menos para no estar sola. Pero no estaba a gusto. En cierta forma, hasta me alegro de que esto haya pasado, así puedo alejarme y volver a estar sola que al fin y al cabo me rayo menos que si estoy con gente.
A veces me siento un desecho, la marginada del grupo y debe ser así. ¿Qué pasa que no puedo ser un elemento más de un grupo?

Recuerdos...


Recuerdos...

Esta foto tiene dos años, es en mi casa de Salamanca... no me apetece mucho hablar de mi vida actual porque es bastante aburrida así que voy a analizar los elementos de la foto, que tienen mucho juego. Lo que sostengo en mis brazos es Blues, al que no le gustan mucho las fotos, como se puede apreciar. A la izquierda está el cuarderno de dibujos, algo que seguramente toqué mucho más durante ese año que los propios apuntes. El sofá era una maravilla, horroroso, pero una delicia, la de horas que nos tiramos oyendo música ahí. A mis pies están las converse de L., junto a una manta que viaja conmigo a lo largo del mundo.. Detrás otro cuarderno de dibujo y el colchón de los invitados. En esa foto faltan la mesa de cristal rota (ya estaba así cuando yo llegué) y los miles de ceniceros llenos de mierda. Buaa! lo echo de menos... Es cierto que allí no estudiaba ni a la de tres, pero se extrañan muchas cosas de vivir sola.

sábado, febrero 05, 2005

Se caen! Se caen!

Poco me interesa la política local, pues hace mucho tiempo que descubrí que son siempre los mismos mangoneandonos a todos. Pero hoy, entre la noticia de los bomberos en huelga de hambre a los que los citados mangoneadores no les hacen caso y las noticias futbolísticas, pues al parecer en Canarias no existen otros deportes, hubo algo que llamó mi atención.
La noticia es que Coalición Canaria se cae.
Partido chaquetero y manipulable que se ha dedicado los últimos años a estropear las ciudades canarias con proyectos faraónicos, desde el Recinto Ferial y el Auditorio, con los cuales estoy a favor, pues hacían falta lugares donde celebrar espectáculos importantes. Lo que me parece una locura es que en lugar de llevar a Carlinos Brown al Recinto Ferial y meter a toda la ciudad, creando un espectáculo memorable, lo hayan metido en un teatro porque el Recinto hay que alquilarlo con un año de antelación. Y mientras, el Recinto se llena de polvo...
Podría empezar a meterme con el tranvía, pero se ha hablado muchísimo de sus consecuencias, así que no me voy a extender mucho. Sólo decir, que con el dinero que se está invirtiendo en el tranvía, podríamos haber tenido guaguas gratis durante años, renovar toda la flota de guaguas y aumentar las rutas.
Bueno, estoy divagando... Lo dejaré aqui, antes de morirme de tristeza.
Antes de terminar el mitin, una pequeña nota, no se dejen manipular por tanta publicidad sobre la constitución europea, la elección tiene que salir de cada uno, no de lo que diganlos políticos.

sábado, enero 29, 2005

Fonética


Fonética

A finales de 1969, tres generales del Pentágono cenaron con cuatro militares chilenos en una casa de los suburbios. El anfitrión era el entonces coronel Gerardo López Angulo, agregado aéreo de la misión militar de Chile en los Estados Unidos, y los invitados chilenos eran sus colegas de las otras armas. La cena era en honor del director de la Escuela de Aviación de Chile, general Carlos Toro Mazote, quien había llegado el día anterior para una visita de estudio. Los siete militares comieron ensalada de fruta y asado de ternera con guisantes, bebieron los vinos de corazón tibio de la remota patria del sur donde había pájaros luminosos en las playas mientras la ciudad naufragaba en la nieve, y hablaron en inglés de lo único que parecía interesar a los chilenos en aquellos tiempos: las elecciones presidenciales del próximo septiembre.

Gabriel García Márquez: Por la libre. Obra periodística 4 1974 - 1995
Ed. Mondadori

domingo, enero 23, 2005

Las fotos de Londres (6)


Uno de los cisnes de Hyde Park

He tenido esto un poco avandonado, pero estoy demasiado asustada con los exámenes para postear. El jardín aún no se ha secado, seguirá creciendo a partir de marzo, estoy pensando en cambiar la estética y el título, pero necesito un poquito de tiempo así que es un proyecto que retomaré tomándome las cerveza de después del exámen de fonética. ¿Cómo lo llevo? bien, supongo, pero ya se enterarán de lo que fui capaz de hacer en marzo.
Un beso a todos!

domingo, enero 16, 2005

Las fotos de Londres (5)

El Teide desde el Avión
Ya sé que tecnicamente no es una foto de Londres, pero es de esas fotos que solo puedes sacar desde un avión. Luego, cuando ya la tenía hecha me di cuenta que en los aviones no está permitido utilizar aparatos eléctricos como bien nos recuerda la azafata al entrar.... Bueno, tengo como escusa que dieron las indicaciones sólo en inglés, las cosas de viajar en charter, (pero me dieron comida, cosa que en las compañias convencionales prefieren no hacer)
Por cierto, ¿saben que el aviso de erupción volcánica está en señal amarilla? Puede parecer una chorrada, pero históricamente ha habido actividad volcánica en Tenerife a principios de siglo desde la conquista de los castellanos. La última fue en 1909. No sé, quizás tengamos un espectáculo de fuegos de artificio dentro de nada. No quiero parecer alarmista, ni, por supuesto, estoy esperando que pase... pero puede pasar, y me gustaría saber cual es la salida de emergencia más próxima a mi asiento, aún nadie me ha dicho donde está la bolsita con el mapa de evacuación y después de ver lo que ha pasado en Asia con el Tsunami o la falta de medios para ayudar a un barco en una zona que se llama Costa da Morte (por algo se llamaría así, verdad?) no me fio mucho de lo que pueda pasar. ¿Alguien conoce el plan de emergencias volcánicas de Tenerife, por favor?

viernes, enero 14, 2005

Las fotos de Londres (4)

Look Left
Quizás una de las fotos que más me gustan de todo el viaje.

miércoles, enero 12, 2005

Brujita

Brujita
Una foto de cuerpo entero mía que me gusta... Esto cada vez parece más un egoblog, pero bueno, tengo que buscar cosas que me apetezca fotografiar.

martes, enero 11, 2005

Hoy es mi cumple

22 añitos
Hoy cumplo años, así que aqui dejo mi primera foto de los 22, mañana seguiré subiendo fotitos de Londres. Por ahora nada más desde el Jardín, ta mañana!

lunes, enero 10, 2005

Fotos de Londres (3)

Desde un autobus
Esta foto la tomé desde la parte de arriba de una guagua, a las nueve de la mañana. Acababa de acompañar a Ancor al trabajo y toda una mañana sola en Londres se habría ante mi. Terminé en Camden flipando con el mercado. Un pedazo de francés me hizo una crepe con nuttela y platano que estaba de morirse (quizás fue eso lo que me sentó mal?).
No tengo ni idea de que es lo que se ve al fondo de la foto, pero da igual, me gustó el encuadre. Y apenas se nota que la hice desde detrás de un cristal!

sábado, enero 08, 2005

Las fotos de Londres (2)

El puente de Londres
Yo no estaba lista, que conste, pero Ancor tiene mano para hacer fotos bonitas.
Que conste que me había quitado el abrigo, hacía un viento horrible.
Primera conclusión del viaje: Londres es caro, incluso los museos. Intentamos entrar en la Torre de Londres pero nos cobraban 14 euros, así que pasamos de entrar.
Segunda conclusión del viaje: Soy una niña de ciudad, el mar no me da libertad, me la quita, me encierra. Me siento a gusto en una ciudad grande, rodeada de gente agobiada, donde encontrar cosas interesantes a cada paso.
Tercera conclusión del viaje: ¿Dónde coño está la papelera?

Las fotos de londres (1)

Juntitos de nuevo
¡Feliz año nuevo! Perdón por el vacío de estos últimos días, pero fue todo tan precipitado que no me dio tiempo de preparar un post de aviso.
Llegué el 28 por la noche, después de esperar una hora por las maletas (sin poderme fumar un cigarro porque no había zona de fumadores) salí a la recepción y ahí estaba, tan wapo!!! Hemos dormido juntos en una cama de 70cm durante 10 días. Ahora estoy muerta, pero miro mi cama y me parece tan grande y tan solitaria que no me apetece nada meterme ahí.
Ya mañana subiré alguna de las típicas fotos turísticas que he hecho, pero ahora me apetecía más una de esas fotos cotidianas, tan propias con una camara digital.
Mañana estaré más centrada y escribiré una pequeña crónica, pero ahora mismo no puedo con mi alma, voy a buscar una de esas novelas de misterio que me enganchan tanto para no parar de leer hasta que caiga en la cama rendida, con la luz encendida y abrazada a mi pequeño Gizmo tristón, que me recuerda tanto a Ancor.
Buenas noches.