Como siempre que la cago me siento como una mierda y me salen unos post realmente patéticos, pero ahí voy. No quiero parecer autocompadercerme, pero no logro entender por qué se me dan tan mal las relaciones de amistad, quizás no estoy hecha para tener amigos.
Hoy me metí donde nadie me llamaba. Encontré a unos amigos que se iban de tiendas, y como no tenía nada mejor que hacer me fui con ellos sin que me invitaran. Quizás debería haberme vuelto a casa a morirme del asco leyendo el Quijote, habría sido mejor. Después de estar desde las diez y cuarto hasta las doce y media dando vueltas por la ciudad fuimos a desayunar. Yo había cogido el dinero para la autoescuela, para un repelente de mosquitos (sí, en pleno invierno, pero los mosquitos canarios están locos) y para un paquete de cds. El dinero de los cds lo gasté en un regalo para Ancor, cuando me di cuenta no me quedaba dinero para desayunar. Uno de mis grandes defectos desde pequeña, si tengo hambre me pongo de una mala leche del carajo. Después de un pequeño mal rollo me fui para casa, sintiéndome fatal y deprimiéndome por momentos.
Ella no es que me caiga muy bien, pero al menos era alguien con quien podía pasar el rato. Me esforzaba por mantener una amistad con ella, al menos para no estar sola. Pero no estaba a gusto. En cierta forma, hasta me alegro de que esto haya pasado, así puedo alejarme y volver a estar sola que al fin y al cabo me rayo menos que si estoy con gente.
A veces me siento un desecho, la marginada del grupo y debe ser así. ¿Qué pasa que no puedo ser un elemento más de un grupo?
Hace 21 horas
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