Hace un par de dias puse un post acerca de mi música, de esos cinco discos que me acompañan allá por donde voy. Ahora tengo un nuevo juguetito, un ipod shuffle chiquitito donde me caben tantas canciones que hay veces que no sé qué estoy oyendo (aunque aún no he encontrado ninguna canción que no me guste en mayor o menor medida). El único problema es que ahora soy una máquina a una mujer pegada, y no me mola mucho la idea. Hoy incluso recibí mi primera llamada de atención con respecto a mi salud auditiva, en un ascensor. Como una niña buena me quité los cascos, y después como la niña respondona en la que he terminado convirtiendome, le dije que 1) no la llevaba muy alta y 2) que el mundo es demasiado triste sin música. El señor me pidió perdón por meterse en donde no le llamaban, y como aún quedaban un par de plantas hasta llegar a mi destino, le dije que no importaba e intenté suavizar un poco el ambiente, aunque con poco éxito, creo.
P.D. Teoría de la Literatura II: 7 (mi primer notable universitario)
P.D.2 29 de junio: Fonética I (sí, las 's' siguen siendo fricativas aunque yo me hubiera olvidado)
No hay comentarios:
Publicar un comentario