"A lo largo de la vida nos llenamos de sonidos, visiones, olores, sabores y texturas de personas, animales, paisajes y acontecimientos grandes y pequeños. Nos llenamos de impresiones y experiencias y de las reacciones que nos provocan. Al inconciente entran no sólo datos empíricos sino también datos reactivos, nuestro acercamiento o rechazo a los hechos del mundo.
De esta materia, de este alimento se nutre La Musa. Ése es el almacén, el archivo, al que hemos de volver en las horas de vigilia para cotejar la realidad con el recuerdo, y en el sueño para cotejar un recuerdo con otro, lo que significa un fantasma con otro, y exorcisarlos si hace falta"
Yo lo llamo el "ojo del escritor", capto un momento en un bar, en la guagua o simplemente en la calle, y, aunque intento evitarlo, me engancho. Miro los detalles, movimientos, colores. Defino los personajes y ajusto una historia que cuadre. La mirada del escritor me ayuda a ver en lo cotidiano el momento creativo. Aunque a veces, lo único que consigo es parecer un poco loca, sobretodo cuando mis sujetos de análisis se dan cuenta de lo que está pasando.
No confundir la mirada del escritor con la mirada del miope.
1 comentario:
Adoro los Asturd, practico Zen, los gadgets me la traen al pairo y me gusta tu estilo (y tus tetas).
Y nunca debí escribir este comentario.
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