Al final sí que me fui a Salamanca, pero poco hice allí, la verdad es que fue más un año sabático que otra cosa, aunque me vino muy bien para mi calidad como escritora. Ah, sigo en ello, sigo con ganas de escribir, aunque ya no quiero publicar, no es la meta (por tanto, la meta final es morirse de hambre porque no soy buena para nada más). Lamento muchísimo como acabó todo entre nosotros, pero es la putada de las relaciones a distancia, supongo. Pensar que aún estaba en el colegio cuando te conocí... mira que ha llovido. ¿sabes lo que es el google earth? Sant Boi fue lo cuarto que busqué (y no lo encontré). Alguna que otra vez te he hecho un google, poner tu nombre a ver si aparece algo, pero es demasiado común. No sé muy bien por qué me estoy abriendo tanto a tí, pero supongo que el primer novio marca mucho, muchísimo más de lo que esperaba cuando empecé a escribir esto. A veces encuentro una foto tuya, sigue en el cajón, no tengo valor para romperla. Supongo que no quiero olvidar tu cara (conociendo mi memoria, si no estuviera ahí no pensaría en tí). Ya no me acuerdo del daño que me causó perderte, pero recuerdo hasta la ropa que llevabas cuando pisaste Tenerife la primera vez. De vez en cuando sigo jugando a las magic, pero ahora lo hago solo por hacerles el gusto a mis amigos. El dos de febrero de 2002 pensé en tí.
Hace 21 horas
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